COMENTARIO SOBRE “SIN TÍTULO (TU CUERPO ES UN CAMPO DE BATALLA)” – BARBARA KRUGER (1989)
En este ensayo que realizaremos a continuación haremos un análisis de la obra de Barbara Kruger “Sin Título (Tu cuerpo es un campo de batalla)” de 1989 y como la obra refleja la crisis de modernidad y todo el contexto histórico y social que lo envuelve.
Para comprender como se refleja esta crisis, hemos de tener en cuenta el contexto histórico en el que la obra ve la luz. Nos encontramos en la década de los 80, la sociedad y la política están cambiando casi en la totalidad del planeta y en EE. UU en particular. El tinte conservador del presidente Ronald Reagan se deja ver durante su mandato, pero sin duda la Guerra Fría y la preocupación por la carrera armamentística nuclear impera en la sociedad.
La década de los 80 fue propicia para la consolidación de movimientos activistas anteriores, especialmente para el feminismo, movimiento que nos interesa específicamente por la vinculación con la obra a analizar.
Esta no será la única herramienta de la que se valga la artista para hacer llegar su mensaje a las muchedumbres, sino que en una época en la que la cultura de masas está muy presente, los medios de comunicación tendrán un papel muy importante, tanto en la constitución de esta cultura popular como en la formación de la opinión pública y la trasmisión de mensajes (Campàs, J.; González Rueda, A.).
Como hemos comentado anteriormente, el feminismo tendrá un papel activo en la obra de Kruger, pero también en la sociedad de la época. Gracias a la puesta en marcha de este movimiento, se ponen sobre la mesa de nuevo, cuestiones como la igualdad, los derechos de las mujeres, la libertad reproductiva, la pornografía y la sexualización del cuerpo femenino, la lucha contra la violencia de género o la incursión de las mujeres al mercado laboral que, aunque ya había tenido lugar en décadas anteriores, las condiciones bajo las que se habían incorporado necesitaban una revisión en cuanto a las condiciones salariales o la discriminación por género. (Chadwick, W., 1999, p. 356).
Pero sin duda alguna, si hay algún tema feminista estrechamente relacionado con la obra de Kruger es sin duda alguna el de la violencia de género, aunque no es el único mensaje que se deslizará de la imagen.
El hecho de que el rostro de una mujer aparezca en positivo y negativo puede ser una crítica al control personal que ejercemos las mujeres sobre nuestro propio cuerpo y a la eterna dicotomía a la que nos enfrentamos entre el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto (Veneziano, M; Sagaspe, F., 2019)
Pero si tenemos en cuenta el mensaje literal que se encuentra en dicha imagen “Tu cuerpo es un campo de batalla” alude a la violencia ejercida física y moralmente sobre el cuerpo de las mujeres: física en cuanto a la violencia de género como tal, y moralmente en tanto en cuanto estamos sometidas a un juicio constante, no solo de valores sino también estético.
El mensaje directo utilizado por la autora no solo tiene un propósito trasgresor, sino que también tiene la intención de aludir directamente al género masculino y a la eterna lucha de poderes ejercida por ellos a lo largo de la historia, esa necesidad de batallar física y simbólicamente a través de las luchas de poderes como tan bien refleja la sociedad de los años 80 a lo largo del conflicto de la Guerra Fría entre la URSS y EE. UU. (Campàs, J.; González Rueda, A.).
A lo largo de esta exposición de los hechos hemos dejado entre ver algunas de las cuestiones que ponen de manifiesto la crisis de modernidad en esta obra, pero a continuación los analizaremos con detalle:
La cuestión central que vislumbra la crisis de la modernidad es el desafío a las nociones tradicionales, mediante la crítica a la objetificación y al control del cuerpo femenino, a través del mensaje: “Tu cuerpo es un campo de batalla”, Kruger alude directamente a la dicotomía anteriormente mencionada, a la que somos sometidas las mujeres a lo largo de los siglos desde el momento en el que vemos la luz (Wolf, J. 2001, p. 104).
En esta obra se refleja claramente quien tiene el poder y cuál es el individuo sometido a este, esto no solo aludiría a la clara situación de sometimiento femenino a lo largo de la historia, sino también sería un mensaje simbólico de como el individuo está sometido a las estructuras de poder que a través del control popular ponen en evidencia la garantía de emancipación propia de un periodo de modernidad. (Veneziano, M; Sagaspe, F., 2019)
Como hemos hecho referencia anteriormente, los medios de comunicación y la cultura de masas se encuentran presentes en esta obra a partir de una estética profundamente relacionada con el estilo grafico de la publicidad del momento. A partir de este concepto la artista querría denunciar la manipulación de la opinión pública y la información poniendo en cuestión la supuesta racionalidad y objetividad que caracterizaba a la modernidad (Wolf, J. 2001, p. 96).
De alguna forma, Kruger también quería utilizar la herramienta del cartel publicitario con la intención de realizar una crítica a una publicidad que se valía de la objetificación y sexualización de la mujer para influenciar a la opinión pública con un mensaje completamente alterado. (Veneziano, M; Sagaspe, F., 2019)
Pero en toda esta cuestión, ¿Cómo está presente el movimiento vanguardista en esta obra artística? Y ¿Cuál es la relación que guardan la crisis de la modernidad y las vanguardias?
En anteriores ensayos analizamos cuales eran las principales características propias de las vanguardias, y en este aspecto abordaremos como estas se plasman en la obra de Kruger:
En primer lugar, Barbara combina el uso de imágenes y texto propia de los dadaístas con la intención de fomentar el cuestionamiento de las convenciones sociales y artísticas y de alguna forma agitar todo un imaginario creado y preestablecido con anterioridad, también a través de esta disposición de letras e imágenes o el uso de formatos negativos y positivos en la imagen, la artista experimenta visualmente como se haría a través del surrealismo con el propósito de sorprender al espectador (Wolf, J. 2001, p. 104).
Como muchos artistas vanguardistas, la obra de Kruger busca abordar un tema concreto que fomente la crítica social y política que como harían dadaístas y surrealistas, perseguían poner en jaque a las instituciones y normas sociales preestablecidas y por tanto, plantear un desafío y una provocación al espectador gracias también al uso de un lenguaje directo y una imagen incendiaria (Wolf, J. 2001, p. 98).
Es por tanto que, a través de este cuestionamiento de la representación tradicional, la experimentación formal o innovación en términos de técnica o estilo, así como la crítica a la cultura de masas y al mensaje político y activista que se plasma en dicha obra, podemos establecer que “Sin Título (Tu cuerpo es un campo de batalla)” es uno de los grandes exponentes no solo del movimiento vanguardista, sino también de la crisis de modernidad y por tanto e inevitablemente, un producto de su tiempo.
Bibliografía:
CAMPÀS, J. [Joan] & GONZÁLEZ RUEDA, A. [Anna]. La posmodernidad en el arte. Barcelona: FUOC, (pp. 5-31).
CHADWICK, W. [Whitney]. (1999) “Sexo, raza y modernismo después de la Segunda Guerra Mundial”. En: Chadwick, Whitney. Mujer, arte y sociedad. Barcelona: Destino, (pp. 316-354).
CHADWICK, W. [Whitney]. (1999). “Arte feminista en Norte América y Gran Bretaña”. En: Chadwick, Whitney. Mujer, arte y sociedad. Barcelona: Destino, (pp. 355-377).
NOCHLIN, L. [Linda]. (2007) “¿Por qué no han existido grandes artistas mujeres?”. En: Cordero Reiman, Karen & Sáenz, Inda (comps.). Crítica feminista en la teoría e historia del arte. México, D. F: Universidad Iberoamericana, 9. (pp. 17 – 43).
VENEZIANO, M. [Mariana]; SAGASPE, F. [Federico]. (22 y 23 de agosto de 2019). Tu cuerpo es un campo de batalla. En V Jornadas Estudiantiles de Investigación en Disciplinas Artísticas y Proyectuales (JEIDAP). La Plata, Argentina.
Wolff, J. [Janet]. (2001) “Teoría posmoderna y práctica artística feminista”. En: Cordero Reiman, Karen & Sáenz, Inda (comps.). Crítica feminista en la teoría e historia del arte, Universidad Iberoamericana Ciudad de México: (pp. 95-109).