Si en el ensayo anterior desgranamos el termino occidental “mundo islámico” y pusimos de manifiesto las diferencias entre los musulmanes del mundo, en el estudio que abordaremos a continuación, profundizaremos en cuales son los elementos centrales de la religión islámica, así como el impacto que tiene el dogma en la cotidianidad de sus practicantes.
Para aproximarnos al islam desde un punto de vista objetivo hemos de describir cuales son los elementos principales que lo conforman, para ello necesitamos contextualizarnos histórica y geográficamente.
El islam surgió y se desarrolló en la Península Arábiga en el s. VII d.C. Mohammed, su profeta, recibió el mensaje de Dios a los 40 años (610 d. C.), elegido por Él para la revelación del mensaje natural, lejos de las tergiversaciones sufridas a lo largo del nacimiento de otros monoteísmos, este se trasmitirá mediante el Corán. La elección del Profeta difería de ser considerado un intelectual pues era analfabeto, sino probablemente por su justicia y espiritualidad, además se cree que está emparentado con Abraham (primer profeta de dios) por medio de su primer hijo, Ismael, padre también de muchas tribus árabes.
En los primeros años de predicación, los conflictos se sucedían continuamente, pues en diversas ocasiones llamó a sus vecinos a abrazar la nueva religión. Este hecho le trajo continuas disputas, tanto es así que en el 622 d. C. se vio obligado trasladarse a una nueva ciudad, Yazrib que terminaría por recibir el nombre de Medina. Este acontecimiento, conocido como la hégira.
Los cinco pilares del Islam se convierten inevitablemente en los ejes centrales sobre los que se conforma el dogma:
- Shahada. Este pilar se encuentra relacionado con la fe, su importancia descansa en la testificación de la unicidad de Dios y que Mohammed es su profeta. “Atestiguo que no hay divinidad fuera de Dios, y que Mahoma es el enviado de Dios” (Jomier, 1989, p. 54). “Esta fórmula se aplica constantemente a lo largo de la vida de un musulmán. Es el núcleo esencial del islam. Creer en la divinidad es creer en su creación (con otros seres, visibles e invisibles), en su rol de sustentador del universo, en su intervención en la historia -a través de la creación, pero también a través de las sucesivas revelaciones-, en el sentido lineal de la historia, que conduce a un punto final, a un juicio universal y a una vida futura. Es también creer en la misión profética de Mahoma, sin la cual tampoco hay islam. Creer en los profetas y enviados anteriores y en la eternidad del mensaje divino, recuperado por Mahoma y fijado en el texto del Corán” (Grajales Pedrosa, 2022)
- Salat. La oración ocupa a lo largo del día un total de cinco ocasiones en la vida de un musulmán. De obligado cumplimiento son todas ellas, es necesario encontrarse en un estado de “pureza ritual” (Jomier, 1989, p. 55) para realizarla, para ello se llevan a cabo las abluciones. Cabe destacar que la limpieza tanto física como del espacio es un requisito indispensable para llevar a cabo la oración. Cabe destacar la importancia de la oración comunal del viernes.
- Zakat. El acto de dar limosna, prácticamente en desuso en nuestros días, ha quedado reservado a aquellos más piadosos, sin embargo, en países tradicionales como Arabia Saudí continúa siendo recaudado por el Estado. Se realiza con el objetivo de que las riquezas se distribuyan de una forma más o menos equitativa entre aquellas personas que disponen de menos recursos, y debe su origen al dinero destinado al uso público obtenido mediante el botín de guerra. Es curioso destacar que la raíz de la palabra que le da nombre a esta acción (zakat) recibe el significado de pureza, y podría tener un origen bíblico. (Jomier, 1989, p. 60). Como bien nos indica Grajales Pedrosa respecto a esta definición de Jomier: “Se trata de un acto de «purificación» de las riquezas, de dación de cuentas ante los más desfavorecidos, que tienen, como dice Jomier, derecho a una parte de los bienes de los más afortunados. No es tanto una limosna como una especie de impuesto o exanción en beneficio de la comunidad y de los más desprotegidos. Aunque haya decaído el control del gobierno o del Estado, muchos creyentes lo siguen realizando por su cuenta”.
- Sawn. El ayuno que se realiza en el mes de ramadán puede tener diferentes objetivos, pero el principal es que aquellos que disponen de alimento diariamente recuerden la situación de otros hermanos que se encuentran en la pobreza. Es durante el ramadán cuando se suelen realizar la mayoría de aportaciones económicas destinados a aquellos que no pueden romper el ayuno, para que al menos durante la fiesta puedan hacerlo con normalidad. También es considerada una ocasión para la reunión con la umma, y la conexión espiritual con Dios. Existen distintas situaciones en los que los musulmanes podrían estar exentos de llevar a cabo el ayuno. Estos días “perdidos” habrían de recuperarse cualquier otro día del año. Cabe destacar que el ayuno no solo se limitaría a ingerir alimentos, sino también a la renuncia de otros actos como la actividad sexual, o la abstención de estímulos tecnológicos, entre otros.
- Hajj. La peregrinación, a la que antes habíamos hecho referencia en la biografía del profeta es de obligado cumplimiento en la vida de todo musulmán al menos una vez en la vida. Este viaje implica, no solo reunirse con la raíz más profunda del islam y sumirse en un ambiente de paz y espiritualidad, sino que si se realiza en las óptimas condiciones y se cumple con todos los preceptos demandados para su realización, es posible el perdón de todos los pecados cometidos. Es interesante destacar la comparativa que realiza Jacques Jomier en el capítulo “La ley del Islam: Los cinco Pilares” En: Para conocer el Islam (1989) de las similitudes entre el viaje de peregrinación islámica con el del Antiguo Testamento. Grajales Pedrosa en tras la lectura de este trabajo tuvo a bien indicar que: “La peregrinación musulmana de alguna manera es una cierta «islamización» de otros ritos anteriores, vinculados con el santuario de La Meca. Se realiza -se debe realizar- en unas fechas determinadas del 12.º mes del año lunar, llamado precisamente «mes de la peregrinación», y concluye con la fiesta del sacrificio, la mayor fiesta del calendario musulmán.”
A diferencia de la visión que tenemos desde occidente, el islam no niega ninguna de las dos religiones monoteístas anteriores, sino que podríamos considerarla una continuación de ambas al menos históricamente, aunque su intención principal fuera “la recuperación de la religión primitiva y original de la humanidad” (Grajales Pedrosa, 2022). Todos los profetas existentes son considerados, que no adorados, en el Islam, y Mohammed sería el ultimo profeta con el que Dios comunicaría sus mensajes a la humanidad. Es por eso por lo que Dios es el mismo para todo, a pesar de que al referirse a él como “Allah” induzca a error:“Allah es una contracción de al- ilah (la divinidad): no. es un nombre propio como Zeus, sino un apelativo como theós, Deus, Dzeu, y, por tanto, debe traducirse como «Dios»” (Küng, 2011, p. 102).
El islam acude al origen más primitivo de Dios, al Dios creador, es por ello por lo que en el Corán son continuas las referencias al Génesis.
Este Dios creador ha de ser el motivo de principal reflexión para el creyente, al que debe una sumisión completa. Su posible expresión de forma antropomorfa es impensable es precisamente este aspecto lo que lo aleja del cristianismo de nuestros días, con esta aclaración pretendo marcar que la separación entre cristianismo e islam es más notoria en el cristianismo ortodoxo por la filiación de Dios, pues el misterio de la trinidad y la posibilidad de que Jesús fuera Dios encarnado queda descartada inmediatamente del islam. Este concepto es por el cual los cristianos reciben el nombre de “asociadores”, sobre este tema existen distintas disposiciones en el Corán, en cambio, el islam si se encontraría más próximo al cristianismo de los primeros tiempos, el arrianismo que consideraría a Jesús un simple profeta de Dios, más próxima esta versión a la visión unitaria de Dios. (Jomier, 1989, p. 42).
Pero son mayores los elementos que nos unen que los que nos separan, por ejemplo, la creencia en los ángeles, la existencia del cielo y el infierno, el respeto por los profetas anteriores, o la creencia en los libros revelados, aunque el único libro verdaderamente valido sería el Corán pues se entiende que es el único que ha mantenido su pureza respecto a los demás.
La resurrección y el juicio final también son dos aspectos compartidos en el islam, es por ello por lo que existen disposiciones sobre la salud de los musulmanes. No se recomiendan llevar a cabo actos que perjudiquen la salud, como fumar y se anima al fiel a mantener un estilo de vida saludable, incluso el ramadán no solo sería un acto de purificación espiritual sino también de purificación física por los beneficios que trae consigo el ayuno. Para entender la importancia del islam como religión y como fuente de civilización hemos de tener en cuenta que en el momento en el que Mohammed empezó a predicar, la Península Arábiga estaba dominada por el politeísmo y una amalgama de culturas que surgió gracias a las transacciones comerciales que se llevaban a cabo en la zona. La importancia de la Meca no residía solo en el comercio, sino en los peregrinos que acudían diariamente a la Kaaba. La sociedad estaba dividida por tribus cuyos miembros se encontraban unidos por los lazos de sangre. En el momento en el Mohammed empezó a predicar la sumisión a Dios se encontró con la oposición radical de estas que preveían las nefastas consecuencias sociales y económicas que supondría llevar a cabo esta acción, Esta oposición terminaría desencadenando numerosos conflictos y como hemos mencionado anteriormente, desembocaría en la hégira, aunque no terminarían aquí.
Por vez primera asistiremos a la escenificación de Mohammed como líder militar, más allá de la figura de predicador, y como jefe de Estado tras su asentamiento en Yazrib, respaldado por la gran cantidad de victorias y su creciente prestigio conseguirá unificar a todos los clanes de arabia bajo un único paraguas, una única religión. A esta acción inmediatamente le ira unido el mayor exponente de poder político y soberanía absoluta.
Esta nueva situación del islam que será visto como una religión orientada hacia la ética, dotará al área geográfica de prestigio suficiente para ser equiparado a otros imperios. (Küng, 2011, p.44)
Küng, H. en su obra “Islam: historia, presente y futuro” (Madrid, 2011) realiza un retrato de las dos caras de la personalidad del profeta, por un lado, aborda el aspecto más benevolente haciendo referencia al testimonio de Mohammed Ali que realizo una biografía, de tantas, del profeta. En ella Alí lo retrataba como un hombre que amaba a sus amigos, magnánimo con sus enemigos, justo, cercano a los pobres, con un sentido de la hospitalidad muy desarrollado, modesto y valiente, sin embargo Küng sí plantea esa cara B, poniendo de manifiesto las creencias tradicionales no islámicas, de si el profeta Mohammed resultó ser un impostor, teoría que desmonta haciendo referencia a la precariedad de su vida tras comenzar la predicación, el repetido uso de la violencia, común para la época por otra parte, o la vida licenciosa que pudo llevar por el establecimiento de matrimonios o concubinatos con un gran número de mujeres, que en su mayoría se justificaban con la protección a viudas o tratados de paz.
Por lo que respecta a la visión popular occidental que se tiene del profeta, especialmente si tratamos este aspecto desde el punto de vista occidental, el profeta es percibido como un personaje radical, especialmente si tenemos en cuenta los últimos acontecimientos acecidos tras la publicación de la caricatura desde Charlie Hebdo o el ataque islamista que sufrió un profesor francés tras mostrarles caricaturas del profeta a sus alumnos el pasado 2020. Del mismo modo que en el islam está prohibida la representación de Dios, también lo está la del profeta, y mucho más aún si se trata de una caricaturización, es por ello por lo que, en la mayoría de las representaciones de Mohammed, su rostro se encuentra velado.
Una de las mayores dificultades a las que se enfrenta el arte islámico es la prohibición de representar animales o humanos en sus obras, si este hecho se diera incurriría en idolatría como consideran que hacemos los cristianos católicos con la representación de Jesús crucificado y los Santos, aunque durante los s. VII y VIII se intento terminar con el culto a las imágenes a partir del movimiento iconoclasta lo cierto es que en nuestros días esto no se ha conseguido.
El hecho de la imposibilidad de representación de personajes figurativos no ha impedido que el arte islámico se haya desarrollado en todo su esplendor, para suplir esta carencia se ha desarrollado la caligrafía como arte, los motivos vegetales y geométricos o la construcción de imponentes construcciones como la Alhambra, pero sin lugar a duda, el mayor exponente del arte islámico ha sido plasmado en sus mezquitas.
El Islam y el Corán como libro sagrado, ha influenciado enormemente la vida de sus adeptos, no solo en el ámbito cotidiano como hemos analizado anteriormente como la importancia de la higiene o los hábitos saludables, sino que, además el Corán establece enseñanzas a cerca de la creación del mundo [1], de la formación del ser humano en el vientre materno [2] o los fenómenos atmosféricos [3], entre otros. Es quizás esta gran capacidad de influencia y la amplia presencia que tiene el islam en la vida de los musulmanes a lo que se refieren cuando verbalizan la expresión “Al-lahu akbar”
Por lo que podemos concluir, que el Islam lejos de ser una religión incivilizada o atrasada como se ha querido plasmar desde distintos sectores de la sociedad occidental, acaba por ser una religión que beneficia en múltiples ocasiones a los musulmanes y que ha aportado y aporta riqueza cultural a la sociedad, pues como bien indica Grajales Pedrosa, el islam en época medieval resultó “un impulso y desarrollo de disciplinas como las matemáticas, la astronomía o el derecho, fundamentalmente para dar respuesta a problemas prácticos del creyente (horas de oración, dirección de la Meca, navegación, orientación, etc.)”
Bibliografía:
Artículos:
Ayuso, S. (16 de octubre de 2020) Decapitado un profesor francés en un presunto ataque terrorista cerca de París. El País Internacional. Ataque en París: Decapitado un profesor francés en un presunto ataque terrorista cerca de París | Internacional | EL PAÍS (elpais.com)
Basset, M. (19 de octubre de 2020) El padre, el predicador y el terrorista: Cómo la campaña de un padre contra un profesor derivó en el atentado terrorista que conmociona Francia. El País Internacional. Samuel Paty: El padre, el predicador y el terrorista | Internacional | EL PAÍS (elpais.com)
Libros:
Jomier, J. (1989) “El dogma del islam”. En: Jacques Jomier. Para conocer el Islam. (pp. 38 – 48) Verbo Divino, Estella.
Jomier, J. (1989) “La ley del islam. Los cinco pilares”. En: Jacques Jomier. Para conocer el Islam. (pp. 49 – 70) Verbo Divino, Estella.
Kaltner, J. (2011) “Introduction: describing the Qur’an; Studing the Qur’an; Experiencing the Qur’an“. En: John Kaltner. Introducing the Qur’an : for today’s readers. (pp. 1-15) Fortress Press. Minneapolis.
Kaltner, J. (2011) “Introducing the Qur’an : for today’s readers“. En: John Kaltner. Introducing the Qur’an : for today’s readers. (pp. 23 – 41) Fortress Press. Minneapolis.
Küng, H. (2011) “La palabra de Dios se hizo libro“. En: Küng, H. Islam: historia, presente, futuro. (pp. 79 – 98) Trotta. Madrid.
Küng, H. (2011) “El mensaje central”. En: Küng, H. Islam: historia, presente, futuro. (pp. 99 – 151) Trotta. Madrid.
Página Web:
Álvarez Funes, P. Tipología en la arquitectura islámica (I). Mezquitas. 2011
Película:
Mahoma, el Mensajero de Dios, 1976, Moustapha Akkad (dir.)
[1] Corán 41:11 – 21:30 – 24:40.
[2] Corán 23:12 – 14.
[3] Corán 24:43.