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Aquitania – Eva Gª. Sáenz de Urturi.

Aquitania – Eva Gª. Sáenz de Urturi.

Aquitania – Eva Gª. Sáenz de Urturi.

Tabla de contenidos

Cuando en la Universidad asistía a la asignatura de Expansión de Europa en la Edad Media, y tocaba el tema de los Capetos, un tremendo bostezo abordaba mi cerebro, y es que lo reconozco, pero todos los Luises de Francia me aburrían soberanamente.

Con la portada de “Aquitania” me pasó más o menos similar, la vi de pasada y no me llamó la atención, el escorpión, (que luego tendrá sentido) como imagen principal me recordaba más a un elemento de novela negra que de histórica pero el nombre del título me era sumamente familiar, ¡y encima Premio Planeta 2020! Después de una experiencia tan buena con el único Premio Planeta que me había leído hasta ahora, “Yo, Julia”, “Aquitania” no podría estar mucho más lejos en calidad. Me acerqué, lo sostuve en mis manos, y al leer la sinopsis, pensé: “tiene que ser mío”.

Y así fue, lo recibí como regalo de Navidad, lo leí rápidamente después de un desbloqueo lector y tengo que decir que, ¡me ha alucinado! Ahora solo quiero saber más y más acerca de este fascinante personaje, Leonor de Aquitania.

La Leonor que nos retrata E. Gº Sáen de Urturi es una mujer de pelo oscuro y larga cabellera.

RESUMEN:

Aquitania” trata de los primeros años de la duquesa de Aquitania, Leonor. Desde su adolescencia más desgarradora hasta su consolidación como mujer, y reina de Francia. El hilo conductor que usa la autora para desarrollar la novela es la resolución de la muerte los padres de Leonor y Luis VII, ambos fallecidos en similares circunstancias y con poco tiempo de diferencia. A su vez, se van resolviendo con mayor o menor éxito otros asuntos, pero la autora no esquiva las cuestiones más escabrosas de nuestra Leonor, como su rebeldía, la dura relación con su madre o la incestuosa relación con su tío.

Al comienzo de la novela, la autora nos llena la cabeza de nombres, lugares, hechos y saltos en el tiempo, y eso asusta, pero la clave está en respirar, seguir leyendo y empatizar con Leonor. Esto último es sumamente fácil pues Gª Sáenz de Urturi sabe lo que hace, y utilizando la primera persona y un léxico formidable, rápidamente te introduce en los pensamientos de Leonor.

+ LO MEJOR:

+ La autora entrelaza la historia de Leonor con la de un niño aquitano que avanzan en paralelo hasta que confluyen al final de la novela de la forma más inesperada.

+ Como he mencionado anteriormente, la novela narrada en primera persona es éxito asegurado, y si a eso le sumas tres narradores distintos, (niño, Leonor y Luís) es imposible fallar.

  • En este caso, destacaría especialmente, las dos voces de Luís y Leonor, ellos hablan en primera persona sobre sus sentimientos y conflictos, por lo que la autora no te permite que te decantes por uno o por otro, sino que como si de un amigo de la pareja se tratase, el lector se ve obligado a “escuchar y comprender” ambas versiones.
Pero el imaginario colectivo nos ha legado a una Leonor rubia.

+ Eva realiza una descripción física de los personajes BRUTAL, pero por si eso no fuera todo, no se contenta con describirnos sus virtudes y defectos, sino que los personajes solos se encargan por medio de sus actos, de desenmascararse ellos mismos hasta el punto de erizarte la piel del asco, o hacerte reír a carcajadas de lo ridículos que pueden llegar a ser.

+ La autora se apoya en hechos históricos contrastados para construir el relato, pero además también se hace eco de mitos o tradiciones propias de la zona, como la de los gatos aquitanos, que en mi opinión son merecedores de un capítulo aparte.

+ Una cita que acompaña a Leonor y a Rai al comienzo y al final de la novela y que sirve de símbolo de esta misma: “Solo sé subir”.

Pero sin duda, si ha habido algo que me ha fascinado de la pluma de la autora ha sido el juego de luces y sombras que ha llevado a cabo a lo largo de la novela. Y es que ha creado dos mundos completamente opuestos encabezados por ambos protagonistas, Leonor y Luís.

Leonor Aquitania

Sur.

Clima cálido.

Colores.

Impulsiva.

Pasional.

Casi pagana.

Acompañada de personajes dulces y simpáticos.

Luís Francia

Norte.

Clima frío.

Gris.

Reflexivo.

Inseguro.

Cristiano devoto.

Rodeado de personajes tétricos.

Luis VII de Francia (El Rey Niño).

+ LO PEOR:

No hay nada que me haya disgustado especialmente de la novela, pero si hubiera de sacarle alguna pega, serían estas:

– Eché de menos algo de relevancia de otras intrahistorias, como las estrategias que llevaba a cabo Leonor para conseguir algunos de sus objetivos, como por ejemplo en el caso de la boda de Aelith con Vermandois.

– Aunque lo he comentado con anterioridad, “los gatos aquitanos” son mencionados en distintas ocasiones pero para lo interesantes que resultan, tanto su historia como lo que aportan en la novela, no tienen un papel suficientemente destacado como a mi me gustaría.

– Cuando Leonor consigue desentrañar el misterio que envuelve la muerte de su padre no tiene la reacción que yo esperaba que tuviese. Quizás es algo personal, pero la autora hace especial hincapié en el temperamento y la impulsividad de la reina, por lo que me esperaba una reacción más agresiva que no llega.

– El final. No me di cuenta conforme leía de que había terminado el libro. Esperé un final más abrupto o apoteósico pero tampoco tuvo lugar.

Este sería el aspecto de la Francia de Leonor y Luís.

CONCLUSIÓN.

He de decir que la novela me gustó muchísimo al principio, conforme se iba acercando el final había conseguido robarme el corazón, pero ya al final de ese sentí una pequeña decepción, por esa sensación que todos conocemos que hay historias inacabadas o en las que se podría haber hecho más énfasis. Se ha desinflado con el tiempo.

Pero realmente, si comparo con el anterior Premio Planeta leído por mi que fue el de Yo, Julia, ambas lecturas van en la misma línea. Es cierto que a estos Premios les envuelve mucha polémica, y no me corresponde a mi decidir quién si o quién no es merecedor de dicho galardón, pero si analizas las dos lecturas conjuntamente, al tratarse de novela histórica, creo que se ha tenido en cuenta que sea accesible todos los públicos, por ello y como ocurre en “Yo, Julia” no hay un uso exacerbado de lenguaje específicamente histórico ni erudito, por lo que lo hace completamente alcanzable tanto para un peón de obra como para un profesor de universidad.

Aún así Eva Gª utiliza un lenguaje culto a la hora de escribir esta novela que he ido salvando, en ocasiones, mediante el contexto de la lectura, pero por mi parte siempre agradeceré este tipo de léxico para engrosar mi diccionario particular.

La narrativa de la autora es arrebatadora. Convierte a Leonor en un personaje irresistible que te lleva a querer saber más y más sobre ella, y por mi parte, ya he ido corriendo a buscar más sobre ella y he conseguido “Leonor de Aquitania” de Alain Gilles – Minella, la historia inmediata que seguiría a “Aquitania“.

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