Tener una maravilla tan al alcance de la mano, como la Domus dels Peixos, y no saber a penas nada de ella ni ir a verla debería de ser un delito castigado por la Ley. Dicho esto os voy a relatar las mil y una maravillas de este hogar romano tradicional.
La Domus dels Peixos es una villa romana inspirada en el modelo del atrio pompeyano que responde a la situación altoimperial.
Poco o nada se sabe del nombre de la familia que lo habitó, pero por la estructura de su domus y las ricas decoraciones que aún se conservan, podemos deducir que era una familia de comerciantes bien posicionada.
¿Por que comerciantes?
La casa estaba estructurada con dos cubiculas exteriores que hacían las veces de tabernas, en un primer momento estaban comunicadas con el hogar pero con el paso del tiempo, la casa sufrió diferentes modificaciones entre ellas, por lo que podríamos determinar que en algún momento de la historia de esta casa, estas tabernas serían trabajadas por gentes exteriores a la familia posiblemente en régimen de arrendamiento.
¿Por qué destacaríamos su buena posición social?
- Tablinum.
Como en todas las domus de familias adineradas, donde los pater familias ostentan cargos públicos, aspiran a ellos y mantienen una acomodada posición, existe una estancia dedicada únicamente a ellos, como una especie de despacho de nuestros días, llamada tablinum. Este se encuentra en el lugar más estratégico de la casa, con vistas al atrio, estaba ligeramente más alto que el resto de habitaciones de la casa, y en él el pater familias gestionaba sus asuntos y llevaba a cabo las relaciones clientelares dispuestas cada día.
Estas relaciones clientelares eran una especie de tratos en los que un individuo de menor rango que el otro, se ponía bajo la protección o patrocinio del de mayor rango y se favorecían mutuamente. Estas relaciones eran mantenidas entre hombres libres que no necesariamente tenían que estar en desigualdad de condiciones. Trasladado a la Edad Media sería algo así como una relación de vasallaje.
Como en cualquier relación “laboral” habían una serie de obligaciones, que se llevaban a cabo cada día, como la salutatio matutina, que consistía en que el patrocinado, que había quedado bajo la protección del patrón, tenía que madrugar, ir a casa del pater familias y darle los buenos días, también se ponía a su disposición por si había que hacer algún trabajo, o si en el caso de ejercer algún cargo público, tenía que acompañarlo para hablar a su favor. Si este le devolvía el saludo dirigiéndose a él por su nombre, significaba que entre ambos había confianza y aprecio, y además al patrocinado se le obsequiaba con monedas, comida u otro presente.
Destacar además como detalle, la buena conservación de las pinturas del tablinum de la Domus dels Peixos, que os dejo en imágenes a continuación:
2. Balneo y Peristilo.
La existencia de la figura balneo (baño privado), aunque alejado de la imagen de las termas romanas, así como del jardín al que se tendría acceso desde un corredor y desde el mismo despacho del pater familias (tablinum) ya nos demuestra que la familia que habitaba esta domus era de clase social alta.
3. Els Peixos.
Sin duda esta es la joya de la corona, que acaparó toda mi atención cuando lo vi. No podía ser menos, que este pequeño conjunto arqueológico recibiera este nombre.
Los peces eran símbolo, en la Antigua Roma, de riqueza y prosperidad y así quisieron hacer pública los señores de la casa, su alta situación social a todo aquel que visitara la domus. Para visitar el tablinum era obligado el paso por el atrio, y en este mismo lugar es donde se encontraba el impluvium decorado con estos magníficos peces de los cuales aún conservamos algunos restos de su pintura, y algunas partes del suelo del atrio original.
Cómo bien hemos comentado anteriormente, no sabemos con certeza la gens de la familia que en ella habitaba pero si nos ha quedado algún nombre presente en esta villa, es el artesano que fabricó las tejas que cubrirían la techumbre de la domus y que proveerían de agua su impluvio.
Como harían los artistas de nuestra época en sus obras de arte, o los constructores con sus edificios, los romanos también sellaban sus trabajos con su nombre completo.
Lucius Herennius Optatio
Se encontraron en la domus algunos restos murales o de azulejos que ayudarían a imaginar con mayor detalle cual sería el aspecto original de la villa:
Visitar este pequeño trozo de historia, una pequeña Pompeya en nuestra ciudad, fue una fortuna para mi que era capaz de imaginar los niños de la domus correteando por el atrio y al pater familias gestionando el hogar. Sin duda la Domus del Peixos representa una visita obligada para todo aquel que ame la historia antigua, tanto como lo hago yo.